lunes, 4 de junio de 2007

LA CIUDAD COMO REDUCTO DE SENSACIONES

LA CIUDAD COMO REDUCTO DE SENSACIONES

La ciudad ha sido siempre y todavía podría seguir siendo escenario que transforma las experiencias de los individuos que la habitan, encuentros y despedidas, muerte y seducción, orden y caos, movimientos rítmicos y pautas establecidas; también es desincronía, pulsaciones arrítmicas y silencios, en palabras de Dorflez arcos de tiempo vacío, intervalos que se sostienen en tiempo y espacio.
El siglo XIX definió con la llegada de la modernidad el nuevo concepto de ciudad y con esta el del personaje que la vivía, el que fue dejando en el fango del macadam la ya no tan preciada aureola que distinguía a uno de otro; es esa misma modernidad la que logró despojar a la imagen fotográfica de su aura en fracción de segundos; Baudelaire y Benjamín. En la ciudad del siglo XXI el individuo se pierde en lo idéntico e indiferenciado, cobijo de la vida contemporánea, transita en ciudades que se definen a partir de lo mensurable, en las que se miden cantidades, también los tiempos e incluso los espacios, el lapso de serenidad ha desaparecido y parece que no hay lugar para el vacío.
Nelson Brissac hace mención del profundo impacto que han tenido en el urbanismo la arquitectura y las artes los radicales cambios que en los últimos años han determinado la organización y la percepción del espacio y el tiempo. Las megaciudades en sus infraestructuras y núcleos autónomos hacen invisibles los modos tradicionales en que el individuo reconocía y se ubicaba en la ciudad.
Rem Koolhaas ha definido a la ciudad del futuro como ciudad genérica libre de ataduras de identidad e historia, con una fisonomía que reflejara siempre un presente en un paisaje reconocible más no definible, ciudad flexible, indiferente, fácil, la necesaria para una economía fluctuante, el shopping center.
Beatriz Sarlo en su ensayo sobre el Centro comercial, concluye que en ningún otro momento de la historia se impuso otro cambio de costumbres con la velocidad con la que se instaló el shopping, símbolo del espacio público actual, transitorio como la mercancía y la inestabilidad de valores.

LA DERIVA SIN TIEMPOS
Si de acuerdo a la reflexión anterior, difícilmente hablamos de individualidades en ciudades genéricas, si ya no hablamos de centros de ciudad y si de centros comerciales que definen las practicas cotidianas a partir del shopping, que estructura el tiempo, el espacio y la forma de vida contemporánea homogeneizándolo todo, este trabajo pretende hacer de un centro de ciudad el bastión de los encuentros.

Un pequeño hotel, un sucio café, una vieja calle céntrica de una ciudad de México, mapas preestablecidos, derivas dirigidas, horas o tal vez años, realidad o ficción, lugares donde todavía no todo se parece a todo, historias reconstruidas o que se van tejiendo conforme a los silencios marcados por los tiempos, serán los elementos que darán la pauta para la realización un trabajo en video que pretende evidenciar las problemáticas que presenta la ciudad contemporánea.
Bibliografía
Brissac, Nelson. Real/Virtual en la estética y la teoría de las artes, compilador Marchán Simón, editorial Piadós, Barcelona, 2006
Dorflez Gillio. El intervalo perdido, editorial Lumen, Barcelona, 1984
Koolhaas Rem http://www.elobservatorio.info/ciudadgenerica.htm
Sarlo, Beatriz. www.literatura.org/Sarlo/bscentro.html
Virilio, Paul. El procedimiento silencio, editorial Piadós, Buenos Aires, 2003

MARÍA TERESA GARCÍA G BESNÉ
JUNIO 2007

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